Bienvenidos a nuestros paseos-

"Este blog pretende ser el mosaico en el cual se plasmen, en imágenes, esos momenticos de los que intentamos disfrutar cada semana siempre y cuando las obligaciones familiares nos lo permitan. No buscamos grandes hitos, ni grandes hazañas, lo único que perseguimos es disfrutar, unas horas a la semana, de los regalos que nos proporciona la madre naturaleza. Esto nos sirve para cargar las pilas para comenzar una nueva semana. ¿Qué mas podemos pedir?"
Esperemos que os gusten las imágenes que recogemos en nuestros paseos y si os animáis a hacer alguno de ellos, encontraréis, en cada reportaje un enlace que os llevará a la ruta que previamente hemos descargado en Wikiloc.

lunes, 4 de febrero de 2013

Cueva de la Mora, Castillo de Tudején (571 metros) y Las Roscas (594 metros)desde Fitero.




Duración.- 2 horas y 44 minutos.
Desnivel acumulado.- 357 metros.

Una vez más a lo largo de este lluvioso invierno, la metereología nos ha llevado hacia las ricas tierras de la Ribera Navarra. En este caso hemos visitado la localidad de Fitero y desde ahí hemos completado el circuito de Las Roscas.

Este circuito, carente de dificultad,  nos lleva por parajes de leyenda como puede ser la cueva de la mora, por parajes históricos como el Castillo de Tudején y por parajes naturales de gran belleza como son el conjunto de caprichosas formas rocosas moldeadas por la erosión y a las que se denominan Las Roscas.

Hay que decir que en esta localidad fue tratado de su enfermedad Gustavo Adolfo Bécquer entre 1861 y 1868 gracias a la notoriedad que había alcanzado el centro termal de Fitero. Durante su estancia paseaba y hablaba con los vecinos y de ahí escribió las dos leyendas sobre Fitero. Misere y La cueva de la Mora. Vamos a narrar la segunda de ellas ya que ha sido objeto de nuestra visita en el día de hoy.

Según cuenta la leyenda, cuando los árabes eran todavía dueños del castillo de Tudején (entre los siglos VIII y XII), tuvo lugar junto a la villa de Fitero una batalla en la cual cayó herido y prisionero de los moros un famoso caballero cristiano al que sus familiares rescataron «a fuerza de oro». De vuelta a casa, el caballero permaneció un tiempo sumido en una «extraña melancolía». Y es que durante su cautiverio se había enamorado de la hija del alcaide. Sorbido el seso por los recuerdos de la mora, el caballero organizó una partida y atacó en castillo por sorpresa, con el fin de conseguir el amor de su amada. Gracias a lo imprevisto de su ataque, el cristiano logró su objetivo, y terminó enamorando a la hija del alcaide.


Poco tiempo después, los musulmanes que dominaban estas tierras cayeron sobre la fortaleza, y ante la resistencia heroica de los cristianos, asediaron el castillo durante varios días. Al final, en uno de los enfrentamientos nocturnos, el caballero cayó gravemente herido. Entonces, la mora se inclinó sobre su amante, que yacía en el suelo moribundo, y lo arrastró hacia los subterráneos del castillo. En la antesala de la muerte el caballero pidió agua. Y la chica bajó desde una cueva hasta el río para satisfacer su deseo. Cuando volvía con el agua, una saeta lanzada por un soldado alcanzó a la joven, que fue a morir junto al caballero. Al día siguiente, viendo el rastro de sangre, los centinelas musulmanes encontraron la cueva y hallaron allí los cuerpos del caballero y su amada.






El comienzo de la ruta lo iniciamos desde el puente de entrada a Fitero, bajo cuyos arcos discurren las aguas del río Alhama. Nos llama la atención que pese a las abundantes lluvias caídas en los últimos días por su cauce apenas discurre un pequeño hilo de agua. Unos kilómetros antes el Ebro está totalmente desbordado.
Nada más salir del pueblo observamos el paraje de Las Roscas con sus peculiares formas.
Las riberas del río están rodeadas de chopos, carrizos...
... y frutales.
En un momento determinado abandonamos la pista para abordar esta senda que nos llevará hasta la Cueva de la Mora.
La cueva no es muy grande y antaño poseía un pozo que hoy está cubierto de tierra. Sin embargo se cree que había una galería que continuaba hacia el interior. Ello probablemente hizo suponer a Bécquer que la cueva era en realidad un pasadizo subterráneo que ascendía hacia el castillo. 


Detalle de la entrada.
Fotos desde el interior. 

Pista que nos va a llevar al collado para afrontar la subida al castillo.
Collado. Desde aquí vemos la localidad de Fitero.
Arriba nos encontraremos ...
... las ruinas del Castillo de Tudején. Este torreón tuvo su importancia ya que desde él se dominaban todo el valle del Alhama, la entrada al valle del Ebro y la salida por los montes de la Rioja. Sus primeras referencias datan del siglo XII, aunque se cree que fuera construido en tiempos de la ocupación árabe.  
Nevera bajo las ruinas del castillo
En esta panorámica desde el castillo observamos los campos de frutales anegados por el agua que ha caído en los últimos días.
El Blancares, en su ladera observamos plantaciones de olivos.
Las Roscas desde el Castillo.
Cima del Castillo de Tudején desde el collado.
Una vez abajo, pasamos junto a los olivares que son cultivados en esta zona.
Detalle de las ramas con olivas.
Nuestro próximo destino de hoy. 

A la izquierda de la fotografía observamos la senda de ascenso hasta el collado.
Tenemos que decir que la composición de la roca viene a ser un conglomerado de caliza con grés. Esta composición hace que la parte inferior sea más blanda que la superior. Esto sin duda es causa de las marcas horizontales que se producen en las arcillas y las areniscas de la base.
Ya nos queda poco...
... para llegar arriba.
Detalle del gendarme que preside la brecha norte.
Panorámica desde el collado del castillo de Tudején a la izquierda de la fotografía. Al fondo se ven los archiconocidos Baños de Fitero.
A la izquierda observamos una ventana en plena roca. Hacia allí dirigimos nuestros pasos.
Fitero desde el collado.
Nos acercamos a nuestro próximo objetivo.
Ventana con vistas.
Panorámica desde la roca.
Castillo de Tudején y Baños de Fitero a través de la cavidad rocosa.
Atravesamos al otro lado y obtenemos una visión diferente de Las Roscas.
Mirada atrás.
Al finalizar el paseo comprobamos que los almendros ya están en flor.



7 comentarios:

  1. Gracias por las fotos da la impresión que vamos juntos, espero algún día hacer este recorrido

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  2. Muchas gracias, la verdad es que un paseo más que recomendable, pero quizás cuando el calor no apriete pues es una zona muy expuesta.

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  3. Muchísimas gracias Bernardo, espero que lo hayas disfrutado...

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  4. Magnífico reportaje literario y fotográfico;un cordial saludo.

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  5. Muchas gracias Bernardo, todo el mérito es de las fuentes consultadas .

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  6. Me gustaría contactar con alguna persona que tuviera información detallada de la Cueva de la Mora,gracias y un saludo a todos los habitantes de fITERO.Mi correo: bernardobonafe@gmail.com. Estoy registrado en Faceboock.

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