Bienvenidos a nuestros paseos-

"Este blog pretende ser el mosaico en el cual se plasmen, en imágenes, esos momenticos de los que intentamos disfrutar cada semana siempre y cuando las obligaciones familiares nos lo permitan. No buscamos grandes hitos, ni grandes hazañas, lo único que perseguimos es disfrutar, unas horas a la semana, de los regalos que nos proporciona la madre naturaleza. Esto nos sirve para cargar las pilas para comenzar una nueva semana. ¿Qué mas podemos pedir?"
Esperemos que os gusten las imágenes que recogemos en nuestros paseos y si os animáis a hacer alguno de ellos, encontraréis, en cada reportaje un enlace que os llevará a la ruta que previamente hemos descargado en Wikiloc.

jueves, 25 de abril de 2019

Albarracín.


Duración.- 2 horas y 59 minutos.
Desnivel acumulado.- 176 metros.


Situada en una de las colinas de los Montes Universales, al suroeste de la provincia de Teruel, nos encontramos con la ciudad de Alabarracín. Se trata de una población de edificaciones de color rojizo que se encuentra bajo el resguardo de una montaña en la cual se edificó, hace muchos siglos, una sólida muralla para poder hacer frente a los envites de las tropas enemigas.

El lugar  invita a recorrer sus calles con calma ya que son muchos los lugares que deberemos de recorrer a pesar de que el principal monumento de Albarracín es la ciudad en sí misma. Pasear por su centro histórico significa caminar en un enjambre de callejuelas que suben y que bajan a lo largo de la ladera de la montaña sin ningún orden ni aparente sentido. Subiremos escalinatas, bajaremos por pasadizos y recorreremos las estrechas callejuelas de muros irregulares admirando la homogeneidad rojiza de sus edificios construidos en yeso y madera cuyos alerones casi se tocan unos con otros.

Cada detalle, cada rincón, cada edificio es objeto de admiración por sus estructuras irregulares de entramados de madera y tabiques de yeso que confieren un color rojizo característico que proviene del hierro de los yesos que se emplean en su construcción. 

En definitiva, pasear por Albarracín supone un viaje al pasado en donde, a través de sus calles, contemplamos el legado de un buen puñado de civilizaciones que han elegido esta localidad para asentarse. De entre todas la más influyente ha sido, sin lugar a dudas, la islámica bereber de los Banu Racín.

Así pues podemos hacer nuestra una frase que acuño Azorín que decía así; "Visite una de las ciudades más bonitas de España, visite Albarracín".

Leyenda de Doña Blanca.

Hace muchos años una joven infanta llamada Doña Blanca era portadora de muchísimas virtudes que eran muy valoradas por los súbditos. Eran tantos los halagos que recibía que despertó la envidia de la futura reina de Aragón. Así pues un buen día la ciudad de Albarracín recibió la visita de la infanta que se hospedó en el palacio de los Azagra. Nunca más nadie la vio ya que, al parecer, murió de pena y tristeza en una torre que hoy en día es conocida como la Torre de Doña Blanca. Desde entonces en noches de luna llena estival su alma baja a las orillas del río Guadalaviar en donde se baña su espíritu.

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El paseo comienza en la parte inferior de la localidad...
... desde la cual ascendemos por estas escaleras...
... que nos llevan directamente...
... hasta la Plaza Mayor de la localidad que supone el comienzo del estrecho entramado callejero del casco viejo de la localidad. Este pintoresco espacio, construido en el S.XI, suponía el punto de encuentro de sus vecinos y en él estaba situado el ayuntamiento cuyo edificio, edificado en el S.XIV y reformado en el S.XV, posee arcos de medio punto excepto en su tramo central en donde los arcos son sustituidos por columnas.
Detalle del forjado de las ventanas.
Seguimos ascendiendo...
... pasando por numerosos miradores...
... hasta llegar...
... a la altura de la Catedral del Salvador de Albarracín claro ejemplo de la herencia del estilo gótico levantino. 
Posteriormente visitaremos su interior...
... pero ahora seguimos nuestro paseo hasta llegar...
... a la altura del Castillo Principal. Mandado construir hacia el año 965 este castillo posee 11 torres circulares de época musulmana que hacía de esta fortaleza un lugar inexpugnable.
Como podemos ver en esta imagen el castillo de Albarracín se asienta sobre un promontorio rocoso de paredes verticales que aseguraba su defensa.
En su origen poseía tres puertas de las cuales sólo una ha llegado hasta nuestros días siendo ésta la más elevada de las tres.
Panorámica del parte de la población y de las murallas defensivas desde el castillo.
Ahora nos toca descender...
... hacia la otra vertiente para contemplar la imponente estampa de la fortaleza así como...
... para observar el cauce del río Guadalviar que más adelante, en las proximidades de la ciudad de Teruel, se junta con el río Alfambra y da origen al río Turia.
En la parte alta de la ciudad nos encontramos con la ermita de San Juan. Esta ermita, construida en el S.XVII se encuentra en donde antaño estaba edificada la sinagoga.
Panorámica de parte del casco urbano.
Emprendemos el descenso...
... mientras...
... contemplamos diferentes vistas de la ciudad...
... y del meandro que el río justo hace en este punto...
... para visitar...
... el interior de la Catedral del Salvador. Detalle de su Retablo Mayor.
El siguiente punto a visitar, de vital importancia en aquella época, se encuentra en lo que se conoce...
... como Portal del Agua. Declarada como Monumento Nacional, junto con el resto de fortificación, esta puerta de entrada al interior de recinto...
... se construyo con la finalidad de poder tener acceso al agua en caso de asedio. Como curiosidad diremos que enfrente había otra puerta, ya desaparecida, que le servía de protección. En la parte superior vemos un habitáculo que formaba el cuerpo de guardia del Portal.
Enjambre de viviendas...
... cuyas alturas superiores ganan espacio a la inferior...
... gracias a vigas de madera. Esto lo hacían porque la estrechez de sus calles propiciaban que se dejara el suficiente espacio de separación, en la parte baja de los edificios, para el tránsito del transporte y que ese espacio se ganara en plantas superiores.
Abandonamos el casco antiguo ascendiendo por unas escaleras...
... que nos llevan a la parte alta de la ciudad desde donde...
... sale una pista...
... que nos va a llevar hasta la base de las murallas.
Al fondo observamos la Torre del Andador. Construida en el S.X esta torre albarrana se encuentra situada en al parte más alta de Albarracín. Defendida por un foso excavado en la roca representaba uno de los punto estratégicos más importantes del recinto amurallado y era la encargada de resistir las primeras embestidas de las tropas enemigas. Su origen fue musulmán.   
Vistas de Albarracín.
Vistas de la muralla.
Detalle.
Llegados a este punto, en vez de ascender hasta la torre, decidimos atravesar la muralla...
... para poder contemplar...
... este elemento defensivo desde otra perspectiva.
Zoom desde la parte más alta de la colina.
Emprendemos el descenso...
... y volvemos a atravesar la muralla por esta puerta...
... para descender...
... por pista...
... contemplando ciudad...
... y muralla.
Detalle.
Una vez de regreso al interior de Albarracín...
... nos dirigimos al Portal de Molina. 
Esta puerta defensiva está compuesta por dos gruesos torreones cuadrados y el acceso se produce a través de un arco de medio punto lo que nos deja...
... junto a la conocida como Casa Julianeta. Este edificio del S. XIV, construido en su totalidad en madera y yeso, se levanta describiendo un ángulo agudo al separar dos calles. Esto provoca que presente una sensación de desequilibrio y le dé un cierto aire cubista. Actualmente acoge un taller de artistas 


Seguimos nuestro recorrido...
... y nos llama la atención ver por primera vez la aparición de un color, en el interior de esta ventana, al que más adelante buscaremos explicación.
Detalle de la inclinación que muestra este edificio una vez superada la planta baja.
Ante nosotros la única vivienda pintada de azul en casi su totalidad, aunque en Albarracín existen otras dos con menos superficie pintada,  conocida como Casa de los Navarro Arzuriaga.
Reza la leyenda que este edificio fue construido  por que uno de los integrantes de la familia Navarro se enamoró de una andaluza que añoraba mucho su tierra así que, ni corto ni perezoso, ordenó pintar y decorar esta edificación en estilo andaluz. Pero lejos de la realidad cuentan los libros que el color de esta casa se debió a la ostentación de poder de la familia que quiso, como símbolo de notoriedad, proporcionar un color propio a su palacio.

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