Larrogain (1.277 metros) desde Ardaitz.

Duración.- 4 horas y 41 minutos.

Desnivel acumulado.- 733 metros.

En esta ocasión nos hemos acercado a la Sierra de Labia con el objetivo de alcanzar su máxima altura representada en la cima del monte Larrogain. La misión, sobre el papel, pensábamos que no iba a ser fácil ya que esta zona ha sufrido en los últimos años un despoblamiento que ha originado que desaparezcan antiguas sendas que se utilizaban para el ejercicio del pastoreo. Actualmente todas esos territorios de sendas han sido invadidos por el matorral, mayoritariamente boj, lo que hace que haya que extremar los cinco sentidos en el ascenso con el fin de evitar posibles despistes que nos hagan fracasar en el intento. Es recomendable llevar el track en el GPS para evitar posibles sustos. Tenemos que indicar que esta montaña es una de las que mayor porcentaje de fracasos atesora respecto a intentos realizados.

Sin embargo diremos que el paseo ha sido para nosotros una verdadera sorpresa ya que está perfectamente balizado, no obstante seguimos aconsejando llevar GPS, y siguiendo unas marcas verdes y blancas que aparecen en el inicio de la ruta, llegamos directamente a la cima.

La primera parte del recorrido transcurre por terreno abierto en las denominadas campas de Mendigil u Otsartea. Una vez llegamos al dolmen la cosa se complica y hay que estar sumamente atento a las marcas ya que entramos en el reino del boj que no abandonaremos hasta llegar al collado. Una vez allí, descenderemos unos metros entre bosque de boj y haya hasta acometer los metros finales de ascenso al buzón. 

El espectacular corte de roca caliza, tan característico desde el valle de Arce, supera los 100 metros de caída dando un aspecto agresivo y singular a esta montaña junto a la impresionante mole, aunque de menos altura, de las Peñas de Aintzoa.

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Comenzamos a pasear con las primeras luces del día...

... que nos proporcionan estas bellas imágenes..

... antes de que el sol se eleve por encima de un manto de nubes. 

Primeros rayos solares en el bojedal.

Campas de Mendigil u Otsartea, al fondo vemos la silueta de la Sierra de Labia.

El ganado pasta a nuestro paso.

Mirada atrás hacia el terreno recorrido.

Llegados a este punto, tenemos que pasar esta alambrada para poder continuar nuestra travesía.

Ya empiezan a asomar los roquedos calizos tan característicos en esta zona.

Detalle de uno de ellos difuminado por la niebla.

Dolmen de Trikuharria.

Detalle de la cámara funeraria.

Este cartel nos indica la dirección que se tiene que tomar si vamos a las Peñas de Aintzoa o si se va al Larrogain. En nuestro caso iremos hacia la derecha.

Una vez llegados a este punto, este es el paisaje que nos va a acompañar en nuestra ascensión. Deberemos ir muy atentos a las señales verdes y blancas que nos guiaran hasta la cima.

Llegados a esta altitud descenderemos por un bosque de altísimos bojes y grandes hayas.

Detalle de la senda rodeada de enormes plantas de boj.

Panorámica.

Observamos grandes y jóvenes hayas sobre nuestras cabezas...

... y musgos y líquenes que "tapizan" troncos y piedras.

Formaciones de rocas calizas aparecen entre el matorral.

Espectacular ejemplar de un haya vieja.

Ya nos queda poco camino para...

... llegar a la cima del monte Larrogain que nos ofrece estas espectaculares vistas.

En primer plano vemos los farallones rocosos que componen la Sierra de Labia.

Buzón cimero.

Una "lengua" de nubes en la base del monte Pausaran.

Una colonia de buitres tiene su morada en los escarpes rocosos de esta montaña.

Las nubes cubren todos los valles de la zona.

Al fondo contemplamos la silueta del monte Ortzantzurieta y del monte Astobizkar.

Vistas.

Al fondo, el monte Ori.

Fotos desde el buzón.

Farallones rocosos de la Sierra.

En primer plano vemos al monte Corona.

Monte Juandetxako, al fondo los Pirineos.

Pausaran y Elke.

Detalle del buzón.

Panorámica.

Al fondo vemos la silueta fantasmagórica de la Peña de Izaga "navegando" sobre las nubes.

En primer plano y de izquierda a derecha: Corona, Juandetxako, Pausaran y Elke.

Detalle de escarpe rocoso desde el buzón.

Foto desde el vértice geodésico.

Después de disfrutar un buen rato de las magníficas vistas que la cima nos ofrece, emprendemos el descenso.

A la izquierda vemos el monte Arbasamendi y a su derecha, de más altura, Peña Uroa.

Vistazo hacia atrás desde las campas para observar el terreno descendido.

No todos sobreviven al invierno.

Panorámica de las campas de Mendigil u Otsartea.

Para finalizar cogemos esta pista que nos llevará directamente hasta nuestro punto de salida. La pista discurre entre pinares.

Procesionaria del pino. Constituye una plaga que ocasiona graves daños en los pinos en los que se instalan. En verano las mariposas de Procesionarias del pino se aparean y ponen los huevos en las acículas (hojas) de los pinos. Las orugas nacen en septiembre y octubre y construyen nidos o bolsones de seda que les sirven de refugio para pasar el frío invierno. A finales del invierno y principios de primavera las orugas descienden en fila al suelo y se entierran hasta que crisalidan en nuevas mariposas. Provocan daños en los árboles ya que se comen las acículas de los pinos debilitándolos para futuras plagas. Para finalizar decir que estas orugas están recubiertas por pelillos urticantes que provocan irritación en piel, ojos y nariz... por lo que hay que vigilar que los niños no toquen estas orugas.

Vistas del valle de Erro.

Creemos que puede ser el Measkoitz.

Ya llegamos a Ardaitz

Torre románica de la iglesia de San Pedro. Edificio construido en el S.XII, posee una nave de transición entre románico.

Portada de estilo gótico.