Duración.- 1 hora y 50 minutos.
Desnivel acumulado.- 231 metros.
El paseo de hoy comienza en la localidad de Zilbeti. En su discurrir podemos disfrutar del silencio de la naturaleza sólo interrumpido por el trino de los pájaros y del ruido del agua fluyendo por la regata. Se trata de un precioso paraje de bosque mixto en donde predomina el hayedo y que posee una importante riqueza tanto de flora como de fauna. El objetivo del paseo de hoy consiste en llegar a la zona del bosque en donde aparecerá ante nuestros ojos la mundialmente famosa obra titulada "El Gernika", pero en esta ocasión pintada en decenas de troncos de haya.
Gernika en el hayedo de Zilbeti.
Se trata de un cuadro natural realizado en tres dimensiones que posee unas medidas de 20 metros de ancho, ocho de alto y 40 de profundidad. Su extensión se limita a 800 metros cuadrados de hayedo. Como curiosidad diremos que en algún tronco se ha tenido que pintar a 10 metros de altura y que para su elaboración fue necesaria una semana de trabajo para que cuarenta personas realizaran este mural vegetal marcando, primero, el diseño de la obra con un láser que perfilaba a la noche los contornos para posteriormente pintar la obra ya con la luz solar.
El Gernika, símbolo de destrucción brutal y sin sentido, nos plantea en esta ocasión la necesidad de preservar este entorno que hasta hace muy pocas fechas corría peligro de desaparecer por la construcción de una mina que amenazaba con devastar todo este paraje natural.
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| Aparcamos el coche a la altura de la iglesia de Zilbeti... |
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| ... y nos disponemos a abandonar la localidad bajo la atenta mirada del monte Adi. |
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| Nada más salir del pueblo cogemos una pista cementada que discurre paralela... |
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| ... a las cristalinas aguas del barranco de Irunbide. |
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| Reflejos. |
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| Como podemos comprobar en esta fotografía el color otoñal de las copas de los árboles... |
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| ... aún nos muestra diferentes tonalidades. |
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| Prados. |
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| Una intrusa en un mar de hojas. |
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| El hayedo en el cual nos adentramos presenta este bonito aspecto en el cual se empiezan a vislumbrar... |
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| ... unas ramas completamente desnudas... |
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| ... de unas hojas que tapizan el terreno que pisamos. |
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| A lo largo del paseo son pocos los puntos que nos permiten otear los montes de los alrededores. |
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| Ya estamos llegando... |
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| ... a nuestro punto de destino. |
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| Detalle de este mural vegetal. |
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| Fotos desde el Gernika. |
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| Una vez visitado y una vez hemos paseado por entre los troncos para contemplar al detalle el trabajo realizado sobre ellos... |
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| ... emprendemos el regreso... |
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| ... entre hayas y plantas de acebo. |
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| El descenso lo hemos realizado bajando por el curso de una pequeña regata, que hoy estaba seca, y ésto nos ha permitido... |
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| ... caminar por el bosque... |
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| ... bajo un mosaico de ramas y hojas de diferentes tamaños y tonalidades... |
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| ... hasta volver a encontrarnos con la pista... |
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| ... que nos devolverá nuevamente hasta nuestro punto de partida. A destacar la pureza de las aguas de esta zona que invitan a bajar y llenar las cantimploras. |
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