Urkulu (1.423 metros) desde el collado de Azpegi.

Duración.- 3 horas y 6 minutos.

Desnivel acumulado.- 473 metros.

Los verdes pastizales de Urkulu, montaña fronteriza entre Navarra y Francia, separan la cuenca del río Irati del valle de La Nive. Este paseo, si bien no tiene dificultad alguna y tampoco es de largo recorrido, esconde bonitos y diferentes rincones de diversas épocas históricas. Su enclave geográfico hace de este lugar un sitio estratégico y así ha sido entendido a lo largo de los siglos.

En él, podemos encontrar desde estaciones megalíticas compuestas por diferentes necrópolis prehistóricas, conformadas por dólmenes y cromlechs, que las podemos encontrar tanto en el collado de Azpegi como en el de Arnostegi. También encontraremos arquitectura de la época romana representada tanto en la torre como en el altar situado a escasos metros de ésta en lo alto del monte Urkulu. Y para finalizar, podremos visitar los restos de lo que en una época no muy lejana, S.XIX, fue un fuerte defensivo de la fábrica de armas de Orbaiceta.

Torre-trofeo de Urkulu. Torreón de muros de más 3,50 metros de alto con un diámetro de 19,5 metros. El origen de esta fortificación tiene dos teorías según el criterio de la arqueóloga navarra María Angeles Mezquiriz.

• La primera de ellas defiende la teoría de que la torre fue levantada en época de Pompeyo, allá por el año 75 a.c., para recordar los límites del territorio pacificado y el poderío militar del pueblo romano.

• La segunda teoría, quizás la más usada, defiende la tesis de que fue Augusto el que la mandó construir para conmemorar la conquista de Aquitania. Generalmente, este tipo de monumentos solían erigirse al final de una conquista victoriosa, y su emplazamiento solía coincidir con una frontera política o natural, como es el caso de los Pirineos. 

Con posterioridad, la torre se utilizó como faro-guía de viajeros y peregrinos que atravesaban el Pirineo

por este paso estratégico. Hay que tener en cuenta que muy cerca pasaba la calzada romana de ultrapuertos que unía las localidades de Burdeos y Astorga, y de la que apenas quedan restos. 

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Nada más llegar al collado de Azpegi, lugar de partida de este paseo, nos llama poderosamente la atención...

... la luz y las siluetas que dibujan las nubes de este fabuloso cielo  que nos da la bienvenida.

Seguidamente echamos un vistazo a los primeros metros del paseo...

... que nos llevarán a lo alto del monte Urkulu.

Pero primero nos tendremos que adentrar...

... en este hayedo de altos ejemplares...

... que dará paso a enormes prados con helechos...

... que nos conducirán al Collado de Soraluce.

Vistas desde el collado...

... hacia todas las vertientes.

A escasos metros del panel indicador del collado, nos acercaremos al dolmen de Soraluce...

... que junto a la presencia de un cromlech tumular y otro compuesto de grandes losas, imagen que nos ocupa, componen lo que se denomina una estación megalítica.

A escasos metros de la estación megalítica, en dirección opuesta a donde hemos venido, si estamos atentos localizaremos un promontorio herboso. Parece ser que en este lugar fue levantado, allá por el S.XIX, un fuerte para que en caso de amenaza para la fábrica de armas sita en las proximidades de Orbaiceta, los soldados que montaban guardia en las trincheras, avisaran del peligro probablemente mediante señales de humo a la vez que defendían su territorio.

Detalle de las trincheras o fosos alrededor del fortín.

Vistas de lo que nos queda por ascender desde el collado.

Poco a poco vamos ganando altura...

... hasta llegar a las estructuras de roca caliza que están presentes alrededor de la cima.

Detalle.

Buzón.

Macizo montañoso en el que destaca la presencia...

...del monte Ortzantzurieta...

... del monte Astobizkar, Menditxipi, etc...

Panorámica con cairn cimero.

Ori con la bruma de la mañana.

Al fondo el monte Corona.

Fotos desde el buzón.

Vistas.

Mirada hacia tierras francesas bajo las nubes.

Cairn, cercano al castillo, que señala el punto más alto del monte. En este caso no coincide con la presencia del buzón.

Al fondo vemos, separados por una especie de foz que no lo es, los montes Goñiburu e Idorrokia.

En primer plano, en la parte izquierda de la fotografía, distinguimos por su silueta puntiaguda la presencia del monte Mendizar.

Mugarri 206.

Mirada hacia Leizaundia.

Monte Auza al fondo.

Una vez sacadas las fotografías desde la loma cimera, emprendemos el descenso en un primer momento por la cresta rocosa...

... y después por grandes extensiones de flores de vistosos colores.

Una vez hemos alcanzado una pequeña senda que viene de tierras francesas...

... nos dirigimos nuevamente al collado de Arnostegi. Pero esta vez lo estamos haciendo por un lugar diferente al de la subida.

Color de las hojas de haya en un verano avanzado. Esta tonalidad verde oscura difiere de los primeros brotes, allá por primavera, que tenían un color verde casi fluorescente.

Bonito rincón.

A pocos metros de donde hemos dejado el coche, destaca la presencia, en lo alto de una peña, de una escultura de la virgen con el niño en brazos.

Detalle.

Seguimos descendiendo, pero para ello deberemos de cruzar unas cuantas veces pequeños torrentes de agua como el de esta fotografía...

... en los que se refugian del calor diferentes clases de insectos.

Detalle de una libélula.

Dolmen. Podemos apreciar como aún contiene diferentes piedras de la cámara.

Estación megalítica de Azpegi. Esta estación está conformada por siete pequeños cromlechs que están adosados los unos a los otros.

Monte Errozate.

Detalle de uno de los cromlechs.

Monte Mendilatz.

Al fondo contemplamos la figura del monte Baigura.