Ireber (1.206 metros) y Ernaitzu (1.203 metros) desde Arrarats.

Duración.- 4 horas y 9 minutos.

Desnivel acumulado.- 912 metros.

Hoy nos hemos desplazado al municipio de Basabarua Mayor para visitar dos montañas que, no siendo muy conocidas, se antojan totalmente aconsejables el ascenderlas. Se hallan enclavadas en la divisoria de aguas entre la zona cantábrica y la zona mediterránea estando separadas por el collado de Bi Ahizpen Lepoa en donde destaca la presencia del dolmen que lleva el mismo nombre que el collado y también la presencia de túmulos funerarios. Tres son las leyendas atribuidas a este lugar. La primera nos cuenta como en este paraje una pareja de hermanas fue devorada por los lobos que habitaban esta zona, la segunda atribuye su muerte a que fueron sorprendidas por una enorme nevada y la tercera se desmarca hablando de un tesoro de monedas de oro que fue enterrado en este lugar y que todavía no ha sido descubierto.

Las cimas de estas dos montañas se diferencian claramente. La de Ernaitzu está conformada por una amplia loma herbosa y la del Ireber está formada por una superficie irregular de roca caliza. Sin embargo desde las dos se pueden observar hermosas vistas en un ángulo de 360º.

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Aparcamos el coche a la altura del frontón de la localidad de Arrarats. Localidad enclavada en la Comarca de Ultzamaldea y más concretamente en el municipio de Basaburua.

A pocos metros cogemos la pista que indica dirección Beruete. Es una pista de cemento rodeada de vegetación.

Atravesamos un pequeño puente sobre la regata de Izabal...

Empezamos a ascender por una pista de piedra que discurre al lado de espléndidos ejemplares arbóreos como el que vemos en esta fotografía.

Echamos un vistazo a nuestras espaldas para observar la silueta del monte Begaña.

Esto es lo que vemos sobre nuestras cabezas.

A la altura de esta plantación de abetos cogemos un sendero que aparece a nuestra derecha. Si siguiéramos en línea recta apareceríamos en la localidad de Beruete.

Nada más girar ascendemos hacia este hayedo.

Detalle de los brotes de las ramas de los que...

... posteriormente nacerán las primeras hojas de la temporada.

Seguimos ascendiendo...

... por laderas herbosas desde las cuales podemos observar nuestro punto de salida del día de hoy.

Vistas del monte Seanbe con la plantación de abetos que acabamos de pasar en su parte inferior.

Las copas de los árboles empiezan a vestirse de una tonalidad verde abandonada durante la estación invernal.

La  hojarasca de un otoño pasado cubre el terreno.

Atravesamos un claro para acometer el tramo final hacia nuestro primer destino de hoy.

Bonito ejemplar de haya.

Al fondo observamos el monte Erga...

... también San Donato.

Bosque de hayas justo antes de la cima.

Contraste del verdor de la tierra, de la nieve del invierno y del azul del cielo en primavera.

La senda discurre al lado de un gran manto de nieve.

Vistas.

Buzón del Ernaitzu.

Vistas de la cima calcárea del Ireber desde el Ernaitzu.

Túmulos en el collado.

Panorámica del Ireber desde el collado de Bi Ahizpen Lepoa.

Últimos metros antes de llegar a la cima...

... pero antes deberemos realizar una pequeña trepada carente de dificultad. También se puede hacer una pequeña circular para llegar a la parte de atrás y evitarse dicha trepada.

Buzones de Ireber.

Vistas de las Malloas desde la cima.

San Donato.

En esta fotografía destacamos el monte Erga.

Vistas del monte Ernaitzu desde los buzones.

En segundo plano vemos el Iruñarri. A la izquierda de la antena o repetidor.

Al fondo el monte Mendaur.

Zoom del Mendaur.

Después de un descenso campo a través, cogemos esta pista que poco a poco nos va a llevar hasta Beruete...

... no sin antes atravesar distintos praderíos...

... desde los cuales echamos una última mirada al Ireber con su cima blanca en la lejanía.

Beruete.

Llegamos a nuestro destino.