Duración.- 2 horas y 53 minutos.
Desnivel acumulado.- 434 metros.
Sierra de Aralar.
Hermosa, sorprendente, diversa y desconocida, la sierra de Aralar, cuyos 208 kilómetros cuadrados pertenecen a Navarra y Gipuzcoa, es uno de esos parajes en los que el tiempo parece haberse detenido. Sus verdes prados, los hermosos bosques de hayas, sus paisajes espectaculares de relieves kársticos y cuevas recónditas han sido testigos de la existencia humana desde el origen de los tiempos. Este paraje kárstico, además, queda plasmado en un paisaje rocoso, caótico de lapiaz, de valles ciegos, de numerosas colinas con multitud de simas y cuevas.
Adentrarse tanto en los bosques como en los prados de Aralar supone aventurarse a descubrir un territorio, libre de aglomeraciones, en los que se respira paz por sus cuatro costados. Destaca por ofrecer innumerables alternativas a los amantes de la naturaleza y de la cultura: desde descender a las entrañas de la tierra, cueva de Mendukillo, hasta realizar recorridos por las numerosas sendas que sesgan su territorio, conocer, de cerca, curiosas construcciones milenarias denominadas "Arkuek" o visitar uno de sus más de 40 dólmenes que se encuentran desperdigados por este vasto territorio. También tendremos la oportunidad de encontraremos con la mayor extensión de tejos de todo Navarra.
No podemos acabar esta entrada sin mencionar a uno de los monumentos más conocidos de esta Sierra. El santuario de San Miguel de Aralar representa un lugar emblemático para todos los navarros ya que en su interior aún se conservan las cadenas que, según la leyenda, llevaba Teodosio de Goñi como penitencia por haber matado a sus suegros engañado por el diablo. Fue liberado de ellas tras invocar al Arcángel San Miguel para vencer a un dragón que habitaba por estos lares.
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