La Alberca

Duración.- 57 minutos.

Desnivel acumulado.- 29 metros.

Hoy nos hemos acercado hasta la localidad salmantina de La Alberca para visitar el primer pueblo que fue reconocido como conjunto histórico allá por 1.940. Considerado como uno de los pueblos más bonitos de España llama la atención por las estrechas calles de su casco antiguo y por su sorprendente e inmaculada arquitectura tradicional que junto con el verdor de su entorno hace de este paraje un lugar obligado de visitar.

El paseo por el pueblo nos llevará a caminar por calles adoquinadas entre casas con espectaculares balcones y entramados de madera repletos de tiestos con vistosas flores. La arquitectura de las viviendas es una arquitectura popular que se elaboró a base de granito y madera de castaño que y que posee dinteles cincelados con las diferentes fechas de edificación de las casas así como diferentes inscripciones y motivos religiosos.

Esta localidad, citada por Cervantes y por Lope de Vega y sede del rodaje de películas como El lazarillo de Tormes, Marcelino Pan y Vino,  La Marrana, etc.. se caracteriza por sus costumbres populares. Una de ellas es la llamada "Moza de las ánimas". 

Moza de las ánimas.

Se trata de tres mujeres con indumentaria negra que desde el S.XVI todos los viernes, haga frío o calor, recurren las calles, tocando una esquila y portando un candil, rezando un rosario e invitando a rezar por las ánimas que están en el purgatorio pues las que están en el cielo no lo necesitan y las que están en el inferno no se lo merecen. Cuando llegan a unas esquinas señaladas la moza y sus acompañantes dan tres toques de campana y otros tres para reanudar la marcha sin dejar de rezar hasta completar un recorrido de unos treinta minutos. Hay veces que se detienen ante una casa para recitar una oración en recuerdo de algún fallecido a cambio de alguna ofrenda.

El marrano de San Antón.

El 13 de junio se celebra un acontecimiento en la localidad de la Alberca en donde un marrano se suelta por las calles del pueblo después de haberlo bendecido y de haberle puesto una campana en el cuello. El animal vagará libremente por el pueblo siendo alimentado y cobijado por los vecinos hasta el día 17 de enero, festividad de San Antón, día en el que será sorteado. Antiguamente este animal se donaba a la familia más pobre de la localidad.

Esta tradición fue institucionalizada por judíos conversos para demostrar que eran cristianos y así evitar la amenaza de la Inquisición. A principios del siglo XVI los judíos cebaban al marrano y los productos de la matanza los entregaban a la parroquia de La Alberca.

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Aparcamos el coche...

... a orillas del arroyo de La Alberca...

... el cual lo cruzamos...

... por este puente...

... para adentrarnos...

... en estrechas...

... calles...

... adornadas por coloridos y animados balcones.

Detalle.

Iglesia neoclásica de Nuestra Señora de la Asunción que fue construida entre 1.730 y 1.731...

... junto a la cual nos encontramos el monumento al Marrano de San Antón.

Seguimos...

... paseando...

... hasta llegar...

... a la plaza Mayor...

... en donde podemos contemplar...

... como...

... la mayor parte de las casas...

... están sujetadas por dinteles de granito.

Crucero ubicado en el medio de la plaza bajo el cual...

... se encuentra situada esta fuente.

Alrededor de la plaza...

... encontraremos diferentes lugares para degustar la gastronomía de la zona...

... antes de sumergirnos, de nuevo, por...

... sus adoquinadas calles...

... perfectamente engalanadas...

... que resultan...

... una auténtica alegoría...

...  para nuestros ojos.

Detalle.

Detalle...

... antes de abandonar el pueblo...

... al echarse la noche.

Pero antes de hacerlo...

... nos dirigimos...

... hacia...

... la ermita de San Blas en cuya trasera se encuentra el marrano que será sorteado con motivo de la festividad de San Blas. Habitualmente este marrano anda suelto por las calles del pueblo y a la noche es recogido. En esta época sin embargo, motivado por la pandemia que nos sacude, permanece encerrado por motivos de seguridad.

Detalle de la Ermita de San Blas.