Duración.- 3 horas y 48 minutos.
Desnivel acumulado.- 503 metros.
Hoy nos hemos dirigido a la localidad de Lesaka que es la encargada de "guardar" la puerta navarra de entrada al Parque Natural de Aiako Harria o lo que es lo mismo la entrada a uno de los últimos reductos de paraíso natural. Este paseo rezuma belleza por sus cuatro costados y visita lugares tan dispares como una capilla en honor al Padre Donostia, un Monumento Natural de Navarra como es la Sequoya de Domiko, dos embalses de agua y un par de cimas montañosas.
El paseo discurre por la comarca navarra de Cinco Villas y más concretamente dentro del municipio de Lesaka. El ascenso a la cima del monte Agiña resulta bastante cómoda si bien es imprescindible llevar GPS para no despistarse en los innumerables cruces que nos encontramos a lo largo del paseo. Conforme vamos ganado y perdiendo altura pasearemos por pinares, disfrutaremos en los hayedos y contemplaremos, en zonas despejadas, de bonitas vistas de los montes cercanos.
AITA DONOSTIA.
José Gonzalo Zulaika Arregi, posteriormente conocido como Aita Donostia, vino al mundo un 10 de enero de 1.886 en la localidad guipuzcoana de Donostia. Fue el tercero de diez hermanos y desde niño demostró tener unas excelentes dotes musicales que le hicieron recibir, desde muy pequeño, clases de solfeo y de violín.
A la temprana edad de 10 años ingresó en los Capuchinos de Lekaroz, lugar en donde elaboró su primera composición. Al acabar los estudios ingresó en la orden capuchina adoptando el nombre de Fray José Antonio de San Sebastián.
Tras vivir en diferentes lugares es en Barcelona, lugar en donde conoce a un afamado folclorista llamado Felipe Pedrell, en donde comienza a dedicarse con gran entusiasmo a recopilar y transcribir la música tradicional del País Vasco. Para ello regresa a la localidad de Lekaroz.
Conferenciante infatigable viajó a numerosos lugares como Argentina, Inglaterra, Francia, Checoslovaquia, Uruguay, etc... dando a conocer, en todos esos países la música tradicional vasca.
París fue una ciudad en la que estableció su residencia antes y durante la Guerra Civil viviendo allí hasta 1.943 fecha en la que regresó a Barcelona para posteriormente volver a trasladarse definitivamente a la localidad en la que comenzó todo, Lekaroz. Ya en los últimos años de su vida hizo gran amistad con el músico Gorriti, el escultor Jorge Oteiza y con el también músico Juan Eras.
Falleció un 30 de agosto de 1.956 y entre su legado destaca su afamada obra titulada "Preludios Vascos".
EMBALSE DE DOMIKO.
Situado cerca del collado de Agiña, lugar donde se encuentra una estación megalítica, en este precioso paisaje se fusionan agua y vegetación formando un entorno natural único. Aunque es conocido como embalse en realidad se trata de la suma de dos pantanos y en el extremo de uno de ellos se ubica la Sequoya de Domiko que forma parte de los Monumentos Naturales de Navarra.
Sus aguas, en 1.958, cubrieron lo que en su día fue el barrio de San Antón cuando se inaguró dicho embalse represando las aguas de la regata de Endara. Se destina a la producción de energía por la emrpesa Eléctricas de Irun y posee un volumen de 0,8 hectómetros cúbicos de agua ocupando una superficie de 4 hectáreas.
EMBALSE DE ENDARA.
Conocido también como el embalse de San Antón supone la principal fuente de abastecimiento de las localidades de Irun y Hondarribi. Ubicado también en terrenos de la localidad de Lesaka fue construido en 1.988 siendo 14 veces mayor que su vecino Domiko. Posee una capacidad de 5 millones de metros cúbicos de agua y abarca una superficie de 10 kilómetros cuadrados. Como curiosidad diremos que en su superficie destaca la presencia de una boya amarilla que es la encargada de marcar la zona más profunda del embalse que puede alcanzar los 49 metros de profundidad.
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| El paseo comienza en el Puerto de Agiña desde donde... |
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... sale una pista asfaltada...
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... que abandonamos...
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... para pasear por lomas desde la cuales vislumbramos el mar Cantábrico y el monte Igeldo en el horizonte.
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| Durante el paseo... |
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| ... nos encontramos con el cromlech de Agiña. Este elemento forma parte de un lugar mágico con varias construcciones y restos arqueológicos pertenecientes a la Edad de Hierro. En este lugar podemos encotrar restos de una muralla construida entre los años 600 y 200 a.c siendo la única muralla de este tipo en el norte de Navarra. |
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Además de restos de la Edad de Hierro también se encuentra una capilla...
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... y un monumento esculpido por Jorge Oteiza en memoria de Aita Donostia. Como curiosidad contaremos que esta escultura fue objeto de un acto vandálico que, según el video de Victor Erice que se proyecta en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, resultó que el agresor fue un viejo discípulo de Oteiza.
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Desde luego que este lugar invita a quedarse un rato, en soledad, escuchando el trino de los pájaros y la brisa del aire mientras se contempla un espectacular paisaje.
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Proseguimos nuestro paseo...
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... disfrutando de la tonalidad del bosque...
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.... para ascender una herbosa loma...
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... que nos va a llevar a la cima del monte Ikatzuloko Bizkarra desde donde se saborea esta espectacular vista de las Peñas de Aia...
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... así como diversas montañas de la zona.
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Descendemos....
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... por un hayedo...
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... de ejemplares de buen porte...
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... para coger una pista que nos va a llevar al embalse de Domiko.
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Para ello cogemos una pista que abandonaremos en este punto girando a la derecha...
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... y en pocos metros...
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... llegaremos...
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... a la orilla del embalse....
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... en donde está situada nuestra protagonista de hoy; la Sequoya del embalse de Domiko. Con sus 47 metros de altura este es el ejemplar más alto de todos los declarados en el Catálogo del Patrimonio Natural de Navarra.
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| Concretamente se trata de una sequoya roja de un impresionante y equilibrado porte que le augura, sin duda, una larga vejez. |
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Su tronco posee un diámetro de 2 metros y 42 centímetros...
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... y posee una estructura rugosa de agradable tacto.
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Detalle de las ramas que brotan ...
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... así como de sus aplanadas hojas.
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Una vez analizada la Sequoya seguimos paseando por el embalse de Domiko...
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... hasta llegar a su presa...
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... en donde nos llama la atención el colorido de estas hojas que en apariencia se asemejan a coloridos confetis otoñales.
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Atravesamos la presa...
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... de lado a lado...
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... y justo al final giramos a la derecha...
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... para ascender...
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... por un hayedo...
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... hasta llegar a una acequia por la que transitaremos...
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... hasta llegar a este remanso de agua. En este punto descendemos...
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... caminando entre espectaculares hayas...
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... y vistosas setas que proliferan durante estos días.
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Cuando llegamos a este tubo que evacúa las aguas del embalse descendemos bruscamente...
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... paralelos a esta regata...
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... hasta llegar a una pequeña central hidroeléctrica.
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Frutos otoñales.
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Abandonamos la central y nos dirigimos...
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... hacia el embalse de Endara...
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... bajo la protección de un hayedo que va adquiriendo poco a poco los colores de la estación en la que nos encontramos.
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Llegamos al embalse de Endara...
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... que llega a alcanzar una superficie de 16 hectáreas...
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... con una capacidad de 5 hectómetros cúbicos.
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Reflejos.
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| Agua y montaña. |
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Para alcanzar la presa debemos de pasear unos cientos de metros por carretera...
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... bajo la atenta mirada de Kopako Harria.
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En pocos minutos alcanzamos la presa del embalse...
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... y desde ahi...
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... disfrutamos...
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... de unas bellas vistas.
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Volvemos, por carretera, sobre nuestros pasos...
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... y ascendemos...
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... por prado y bosque ...
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... hasta llegar a esta pista...
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... que abandonamos...
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... para ascender por praderío...
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... hasta llegar a la falda por donde se llega...
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... a la cima del monte Agiña.
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Detalle de nido de ametralladora situado en la cima.
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Vista del embalse de Endara y de las Peñas de Aia...
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... de Kopako Harria...
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... de Biarritz...
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... desde la cima del monte Agiña.
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| Ya sólo nos queda descender por esta loma para alcanzar el aparcamiento en donde hemos dejado el coche. |
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